Tratamiento
Según Aguirre (2003), la quimioterapia sistémica suele ser el primer tratamiento que se instaura y existe la creencia de que no perjudica al Sistema Nervioso Central (SNC), si no se administra en dosis elevadas, por su dificultad de atravesar la barrera hematoencefálica
A fin de reducir las probabilidades de que la leucemia ataque el sistema nervioso central del niño, los pacientes reciben quimioterapia intratecal, que es la administración de medicamentos contra el cáncer a través del líquido cefalorraquídeo que rodea al cerebro y la médula espinal. En algunos pacientes de alto riesgo, es posible combinar la quimioterapia intratecal con tratamientos de radiación, en los que se utilizan rayos de alta intensidad para reducir el tamaño de los tumores y evitar el crecimiento de las células cancerígenas.
La quimioterapia intensiva tiende a tener efectos desfavorables como la caída del cabello, náuseas y el riesgo de adquirir infecciones o hemorragias pequeñas.

El objetivo es lograr la remisión de la leucemia, cuando esta se logra, se suele utilizar tratamientos como la quimioterapia para así asegurar la remisión permanente del paciente. La quimioterapia de mantenimiento consiste en la administración en ciclos durante un período de 2 a 3 años para evitar que reaparezcan células cancerígenas; si esta quimioterapia adicional no se llega a administrar, la leucemia usualmente vuelve.